domingo, 31 de marzo de 2013

El proselitismo de los estúpidos

Uf, es que, a ver, esto es dificil porque hay para todos.

Bien, leo en la prensa un día culaquiera de esta semana santa que acaba de terminar:
"Ateos se quedan sin su procesión para no ser criminalizados"
Pero claro, tengo un problema, mi cerebro me hace leer otra cosa: "Unas personas renuncian a hacer el idiota para que otras personas no les digan que son estúpidos"

Es curioso, porque, aunque siempre pensé que los católicos tenían (¿teníamos?) la ventaja de no ser proselitistas; en los últimos tiempos hasta ellos han mostrado una aparente necesidad de extender su palabra, más allá de lo que por la propia naturaleza de la religión que procesan se les exige.

El caso es que sí que estaba convencido de que los ateos no tenían la más mínima necesidad de hacer proselitismo de su fe atea, porque oigan, no les quepa duda de que afirmar que más allá no existe nada, es un acto de fe, exactamente igual al de afirmar que sí existe.
Pero voy más allá. Según la noticia que leí, la de los ateos y su procesión (sic) era una manera de un grupo de ateos de revindicar su espacio durante esta semana santa. 
O sea, a ver si lo entiendo bien, los ateos necesitan revindicar un espacio en semana santa, porque  qué derecho tienen esos radicales religiosos a celebrar una fiesta para ellos solitos? Uy, no, no, perdón, me ha salido la vena sardónica, seamos objetivos. Es más como que, esas personas revindican su propio espacio porque piensan que no se debe dedicar una semana completa a una fe completa que a ellos no les parece la correcta. 

Pero yo tengo una idea mejor, porqué conformarnos con 51 semanas al año normales, donde las manifestaciones religiosas se las guarda cada uno para su casa, o para sí mismo (o no.) Es que acaso por el hecho de tener tantísimos años de antigüedad y representar una fiesta que atrae turismo y curiosidad por todo el mundo, y supone uno de tantos elementos que suponen riqueza cultural, hay que darles una semana para ellos? Ja! Rejá! Los ateos también tienen derecho a expresar su no fe, es más, propongo que cada semana del año se dedique a una fe distinta, y así, tengamos: la semana budista, la semana islámica, la semana sintoista, la semana ultraortodoxa, la semana luterana, y por supuesto como no, una semana atea, donde los ateos puedan no hacer nada, o sacar procesiones que consistan en una simple tabla que no lleve nada encima, para dejar bien claro que no creen en absolutamente nada de nada, y repartan estampitas en blanco para dejar claro ese nadie en el que creen. Lo veo.





Por si acaso los creyentes (todos esos que me leen) están ahora partiendose de risa y pensando, eso es, dale a esos impíos infieles lo que se merecen, agudo bloguero sacástico. Repriman sus genuflexionados entusiasmos que en la siguiente entrada voy con ustedes.


PD: dedicado a mi apreciadísima lectora Reyes. @rgonboz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario